QUE EL COMITÉ Directivo Estatal del PRI en el EdoMéx desde hace un par de meses se ha dado a la tarea de aplicar encuestas en todo el territorio mexiquense con miras a las elecciones del próximo año, en donde se habrán de renovar las 125 alcaldías. Que la intención de estos sondeos es conocer qué aspirantes están mejor posicionados en el ánimo de los electores y así tomar la mejor decisión a la hora de elegir a sus candidatos. Que esta columna platicó con un delegado del tricolor que tuvo acceso a este ejercicio, en el cual hay resultados muy interesantes. Que por ejemplo en el municipio de San Felipe del Progreso, el escenario no pinta nada bien para los priistas, en un frente a frente con el actual alcalde Alejandro Tenorio, ningún aspirante lo derrota, llámese Javier Jerónimo, Eduardo Zarzosa, Dora Real o Abraham Monroy.

 

QUE EN EL MUNICIPIO de El Oro la cosa cambia, que en el Pueblo Mágico el “tiro” será con el PAN en la figura del diputado Reneé Rodríguez. Que aquí Marco Barranco, Rogelio Garnica y Cristina Cruz salen tablas con el panista, cosa que no es rara, porque en El Oro las últimas elecciones han sido una carrera parejera. Que debajo de éstos aparece el secretario del Ayuntamiento, Jonatan Ruiz. Que por su parte, el partido Morena acá está descolorido, no pinta nada bien en la figura de Leonardo Bautista, aunque siendo delegado de programas especiales de la federación en el municipio, no sería nada raro que al momento de bajar apoyos el color les cambie.

 

QUE EN LA TIERRA de Fabela la cosa pinta más o menos para el tricolor, el desgaste natural de gobierno baja las preferencias electorales para el alcalde Roberto Téllez, aun así, en este momento, se encuentra ligeramente arriba de los aspirantes tricolores. Que el voto duro que tiene el PRI atlacomulquense los pone todavía en plan de competir, en este panorama tendrán que elegir un candidato o candidata que sea competitivo, inclusive no sería descabellado que se decanten por un externo; por el momento Patricia Garduño y Cecilio Nicolás aparecen en los sondeos como dos serios contendientes. Que por su parte Roberto Téllez tiene 8 meses para cumplir promesas que están todavía en el aire, porque después comenzarán los tiempos electorales y ya no se podrá cacarear el huevo. Que estas promesas son las ampliaciones de las carreteras Atlacomulco-Valle de San Juan y Atlacomulco-Santiago Acutzilapan así como cumplimentar expedientes que están en la congeladora de la Contraloría Municipal, en contra de servidores públicos actuales y de administraciones pasadas, eso sin duda subiría sus bonos. 

 

QUE FINALMENTE en el municipio de Temascalcingo el panorama para el otrora fuerte priismo no pinta nada bien, en cualquier escenario pierde. Que si el frente a frente es entre partidos, el PRI le da la pelea a Morena y al Verde. Que las posibilidades bajan para el tricolor cuando se le ponen nombres al sondeo. Que para comenzar, entre los aspirantes priistas el mejor posicionado es Pepe Espinoza, cuando se le pone frente a frente con Juan de la Cruz, da la pelea, sale tablas. Que en cambio cuando se le pone con Pepe Reyes, ahí la diferencia es de tres puntos porcentuales. Que así las cosas en estos municipios del norte del EdoMéx, a poco menos de un año de la elección. ¿Cómo la ve?

 

QUE EL PRÓXIMO martes 4 de agosto el municipio de Atlacomulco estará cumpliendo 196 años de su fundación. Que en esta fecha se entrega la Presea “Lic. Isidro Fabela Alfaro” a atlacomulquenses distinguidos que han puesto en alto el nombre del municipio. Que sobra decir que ahora ése día pasará casi desapercibido debido a la contingencia sanitaria que se vive, no habrá conmemoración como en otros tiempos, ni entrega de la Presea. Que otro evento que seguramente también se cancelará, será el reconocimiento que el Ayuntamiento hace a las autoridades auxiliares, léase Delegados y COPACIs. 

 

QUE EN MEDIO del alza en contagios por el COVID-19, el Gobierno del Estado de México a través del gobernador Alfredo del Mazo, autorizó el cambio de semáforo rojo a naranja a partir del pasado lunes 20 de julio. Que este cambio en la semaforización implica que varios giros comerciales de los catalogados como no esenciales ya reabrieron. Que dentro de éstos se encuentran restaurantes y todos aquellos giros que se dediquen a la venta de alimentos. Que esta rama de servicios es la que más pérdidas sufrió con la pandemia del COVID-19, a tal grado que algunos establecimientos se vieron en la necesidad de cerrar. 

 

QUE OTRO SERVICIO que reabrió el día de hoy domingo 26 es el que tiene que ver con la espiritualidad, la iglesias y templos de todas las religiones podrán retomar sus cultos, para lo cual deberán seguir reglas muy específicas para evitar contagios entre su feligresía, una de ellas, y la más importante, es la que tiene que ver con el cupo, el cual no deberá sobrepasar el 30% de aforo, para ello deberán poner “cadeneros” en el acceso, ellos decidirán quién alcanza a entrar y quién no; a ver cómo les va, no será una tarea fácil. 

 

El aplauso de la catorcena: A las autoridades municipales y eclesiásticas de Atlacomulco. A reserva de que se haga oficial, la cancelación de la fiesta patronal, la feria y el “grito”, a efectuarse el próximo mes de septiembre, será un acierto. Estos tres eventos son un riesgo muy alto de contagios entre la ciudadanía.

 

El abucheo de la catorcena: A la tristemente famosa “Miss”, funcionaria en el Ayuntamiento de Atlacomulco. Realizar un festejo el pasado sábado 18 de julio en un antro en pleno semáforo rojo de la pandemia, deja ver su falta de ética y empatía. Muchos de los invitados y ella misma atienden a personas en las oficinas municipales, amén del riesgo al que exponen a sus compañeros de trabajo. 

 

El beneficio de la duda: Antros, bares y congales todavía no pueden abrir ¿Quién se hace cargo de vigilar su reapertura anticipada? No vayan a salir con que se están haciendo de la vista gorda porque les dan su respectiva mochada a los inspectores. 

 

Pesó más la Economía

 

 

Que el gobernador, Alfredo del Mazo Maza, haya anunciado que el Estado de México entró al semáforo naranja el pasado 20 de julio, y que con ello se abrieran más comercios y- como lógica consecuencia- se incrementara la movilidad social, pudo representar una buena noticia para muchos.

 

Es entendible; el flujo de dinero que se detuvo se mide por millones. Las pérdidas de empleos asustan a cualquiera. La perspectiva económica, a fin de cuentas, es –en el mejor de los casos- incierta para los mexiquenses.

 

Pero esta medida, con todo lo positivo que tiene, cuenta con otra cara. 

 

La Federación y el ISEM a diario dan a conocer el recuento de casos positivos por COVID-19 en el estado. Si bien no existe concordancia entre ambos, en lo que sí coinciden es en que el número de personas infectadas se incrementa a cada día, en muchos casos con cifras disparadas.

 

Atlacomulco va en una carrera desbocada en la que ya superó a todos los demás municipios del norte estatal. Ixtlahuaca suma muertos que a todos nos duelen. Con menos intensidad, pero igual constancia, varios otros lugares se añaden casos de coronavirus.

 

Pero eso importó poco a sociedad y gobernantes. Gozosos, hasta los antros abrieron sus puertas para dar paso a la diversión postergada. No se necesita ser adivino para saber las consecuencias que esto tendrá. 

 

En la balanza entre Salud contra Economía; pesó más la última. 

 

Así que, se abren pronósticos; ¿cuánto tardaremos en volver al semáforo rojo?

 

Atlacomulco

 

1958. Isidro Fabela anda caminando por allá, pero con la cabeza aquí; pensando en lo que es el alta política y publicando sus nostalgias vía el recuerdo. 

Y dice:

 

Atlacomulco, rinconcito grato, tu nombre me suena al agua de riego que corre traviesa por los barbechos; tu nombre deslizante y suave: A-tla-co-mul-co, me parece un poema de euforia cuando estoy aquí, y una nostálgica elegía cuando voy por lejanos rumbos caminando y pronunciando tus sílabas muy despacio y muy quedo, como si las rezara…

 

2020. Yo, que no le llego a Fabela, pero que al menos tengo la decencia de no usufructuar su nombre y su obra para fines económicos –cosa que hacen políticos, juristas, burócratas y hasta taxistas-, la tomo como punto de partida para decirte, Atlacomulco, que llegas a 196 años de existencia formal, legal.

 

Eres mucho más viejo, claro. Pero de eso nadie se acuerda. Acaso ni tú mismo.

 

La mitad de mi corazón es tuyo y entre tus calles se va a quedar rodando por siempre. Te he amado con tus contradicciones y tus supercherías. Con la belleza que regateas al visitante. Con la monumental estupidez que va tropezando por tus calles y van perpetuando tus hijos. Te amo con mucha mayor profundidad que la muchedumbre de esos hijos –ellos sí nacidos aquí- a quienes les importas un carajo, y sólo te ven como fuente de recursos monetarios.

 

Pero eso no me ciega. 

 

Atiborrado, incesante, maloliente, bendito-gay-beato, mocho, liberal, gárrulo, elitista, populachero, procaz y culto según convenga, ladrón y víctima de robo, desnudo de santidad perpetua, ciudad pueblerina de moral chiquita, anémico y pandémico; mordiendo siempre la cola de tus miserias.

 

Atlacomulco; eres el hampón que miran con recelo y la envidia secreta de la gente que no te conoce a fondo. 

 

A-tla-co-mul-co, me parece un poema de elegía cuando pasan por el libramiento conductores de placas ajenas y son extorsionados por policías estatales, y una nostálgica remembranza de sus meretrices madres parte a diferentes rumbos, pronunciada por automovilistas que enfatizan las silabas muy rápido y muy fuerte, como si las rezaran…

 

Atlacomulco, eres la esperanza del político caguengue que se imagina rey por aparecer en una encuesta chafa.

 

Atlacomulco, eres el temor de que se desgaje un cerro y te acabe completa la Dos de Abril.

 

Atlacomulco, eres la maña que se te encajó en Tic-ti, con sus humos de marihuana y sabrá Dios qué más cosas, sus arsenales, sus restos de chilanguería y la gana de estar sentado en la banqueta los fines de semana.

 

Atlacomulco, eres la fascinación estúpida del que espera fumigar fumigadores a las 2 de la mañana, hurtándole el cuerpo a las cobijas, al descanso y al muy saludable sentido común.

 

Atlacomulco, eres botín del político guapo que un día se puso a contar cuentos hermosos que todos creyeron. Y así escaló, escaló; diputado, gobernador, presidente, hasta que todo el sueño se acabó en el consabido: y colorín colorado, la hipercorrupción nos ha chingado.

 

Atlacomulco, eres espantajo y esperpento de otro político que te usó y sigue usando para tapar sus deficiencias y contradicciones.  “Huy, qué miedo, Atlacomulco”, le dice a sus crédulos quienes aplauden a rabiar, y seguirán haciéndolo hasta final de sexenio, cuando vean que, en verdad, tenía otros datos…y no eran buenos.

 

Salido de guerras ruines y otras ligeramente gloriosas, te despiertas cada día, para asistir a tu cotidiana ración de pequeñas desgracias: el borrachín que ya se estampó en el libramiento y, con suerte, no se llevó a un inocente (hecho que magnificará, con pésimo gusto, el texto de algún periodista analfabeta), el ulular de la Benemérita Cruz Roja; el vulgar raterillo que levantó la cortina de este local; las farderas que entraron pesando 60 kilos y salieron con 80; las cámaras que ven la falta administrativa del servidor público X pero que, casualmente, cerraron los ojos; la cocaína nuestra de cada día, a la espera de que llegue el fentanilo, sino es que ya lo hizo.

 

Tu historia está en tus murales; bella idea que un día se plasmó en callejones para disfrute de quienes te apreciamos, y desprecio del idiotita –nótese la ternura- que rayonea su propia raíz, mientras los callejones amanecen cagados por incontinentes nocturnos.

 

No es sorpresa, después de todo. Políticos y ciudadanos hacen lo mismo sobre tu historia día a día…

 

Este 4 de agosto viene otro aniversario para ti. Felicidades. No habrá homenaje a lo grande por cosas del COVID-19. Pero eso no impide que te abrace con el corazón, porque te levantarás de esto como has aguantado todo.

 

Y por eso te amo, justo como se ama a un hijo enfermo.   

 

A propósito: Ya pasamos a la segunda mitad del trienio municipal, así que… ¿ahora sí, señores gobernantes?

 

LA TECNOLOGÍA EN EL PROCESO EDUCATIVO

 

En la actualidad, en el proceso educativo, los auxiliares didácticos son cada vez mayores, en el pasado, los libros de texto, el pizarrón y el gis fueron fundamentales, tiempo después se agregarían las láminas con grabados de mapas y otras figuras para la enseñanza y el aprendizaje de la geografía, la anatomía, la zoología, algunos de estos grabados se conservan en las escuelas, después fueron sustituidas por filminas que se proyectaban en una pantalla o en una pared blanca, aparecieron más tarde películas didácticas en acetato de 16 mm. y luego los videocasetes y televisiones a lo que pocas escuelas tenían acceso; el retroproyector fue otro auxiliar didáctico que revolucionó a los materiales didácticos.

 

Los avances tecnológicos han puesto a disposición de los docentes y alumnos materiales didácticos como las computadoras, las tabletas, las Laptop, los teléfonos celulares y las pantallas de televisión que poco a poco se han convertido en poderosos medios a los que los alumnos y maestros tienen acceso, el poder de estos está en la facilidad con que se puede acceder a contenidos de aprendizaje o bien dispersarlos a través de Internet, la variedad de contenidos facilita la labor del docente y al alumno su aprendizaje, siempre y cuando tengan a su alcance dispositivos electrónicos como los mencionados y el acceso a Internet sea suficiente.

 

En las semanas recientes, el no salir de casa a causa del Covid-19, ha mostrado cuán importante es la tecnología para aprender desde la casa a través de plataformas y aplicaciones que permiten acceder a diversos contenidos de aprendizaje, en la mayoría de los casos con la dirección del maestro, se observa el advenimiento de otras pedagogías y el reforzamiento de nuevas teorías del aprendizaje, nos enteramos que gracias a la tecnología, algunas escuelas, sobre todo de educación superior poco a poco van a prescindir del esquema presencial para realizar el proceso educativo. Lo que está ocurriendo y lo que se está aprendiendo pareciera un parteaguas en la educación que implica llevar más tecnología a las escuelas y los hogares, para de esta manera revolucionar la forma de enseñar y aprender, podemos decir que se está gestando una verdadera revolución educativa.

 

En todo esto, hay por supuesto una innegable realidad que indica que no todos los hogares mexicanos tienen acceso a Internet y por lo tanto no todos los maestros y alumnos pueden acceder a contenidos de aprendizaje, por otro lado no todos tienen en su haber el o los dispositivos adecuados a su contexto, porque hasta ahora no existe una política pública concreta que haga posible que estudiantes y maestros en su totalidad se apropien de la tecnología que se ha descrito, dirigida a mejorar la educación teniendo como respaldo  lo que la ciencia ha hecho posible con desarrollar nuevas formas de comunicación.

 

En estos momentos de la pandemia, docentes y estudiantes están viviendo una experiencia distinta en el enseñar y el aprender y en donde las decisiones burocráticas no dejan de estar presentes para justificar el trabajo, y al mismo tiempo entorpecer la labor de los docentes. Muchas historias habrá que contar acerca de cómo los maestros y estudiantes han enfrentado la pandemia, el proceso educativo y las relaciones interpersonales a las que están obligados.

 

NO VOLVER AL PASADO

 

¨El futuro y lo lejano sean para ti la causa de tu hoy”

Friedrich Nietzsche

 

 

La idea: Es bueno aprender de la historia. El avance de la humanidad se basa en la acumulación de experiencias y conocimientos de incontables generaciones de seres humanos. Pero no se debe construir al futuro queriendo regresar al pasado. Hay que aprovechar las lecciones de la historia para,  partiendo del  presente y su dinámica,  alcanzar un futuro que supere lo anterior, no para repetirlo. 

 

El profesor Correa , de la Universidad de Las Américas en Chile,  dice que “…la Historia para Nietzsche no debe ser entendida como un conocimiento que determine el actuar humano – el historicismo -, pues de esa manera se constituiría en una enfermedad que paralizaría el actuar humano” y cita al filósofo: “El conocimiento del pasado, en todos los tiempos, no es de desear sino cuando está al servicio del futuro y del presente, y no cuando debilita el presente, cuando desarraiga los gérmenes vivos del porvenir.” Correa concluye: “Según Nietzsche las verdades históricas son ficciones; a la vez, estas constituyen interpretaciones y toda interpretación es perspectiva” (http://intushistoria.uai.cl/index.php/intushistoria/article/view/98).

 

Nietzsche,  entonces,  propone que la historia se ponga al servicio del futuro para construirlo, no pensando que la historia obedece a reglas o leyes sino como  narrativas basadas en interpretaciones que puedan aportar a la construcción del porvenir deseado. 

 

Así, algunos líderes utilizan a  la historia como una herramienta para impulsar sus visiones de futuro. El riesgo puede ser que privilegien una visión idílica de un pasado que no existió y promuevan el retorno a una Edad de Oro que es pura ficción.

 

Steven Pinker nos hace ver que vivimos la mejor de las épocas posibles gracias a la vigencia de la Ilustración que se basa en la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso, por lo que cualquier época anterior tiene severas desventajas comparada con el presente.

 

Por ejemplo, para enfrentar la pandemia de influenza “española” de hace un siglo, nuestros abuelos solo contaban con el cubrebocas. Nosotros, para enfrentar la pandemia de COVID-19, además de cubrebocas,  tenemos la posibilidad de obtener una vacuna en un plazo corto, desarrollar antivirales  eficaces para combatirla y contamos con tecnología para identificar los patrones de movilidad de cada persona que tenga acceso a internet o a un teléfono celular, con lo cual, sepamos con quiénes y cuándo estuvo en contacto un enfermo, para que ellos se hagan pruebas y se aíslen de ser necesario.  

 

Entonces, querer regresar al pasado no es lo conveniente ya que la evidencia muestra que  no fue mejor que el presente. Lo adecuado será  partir de lo ya logrado, corrigiendo lo que no funciona. 

 

Hay que mirar al pasado para aprender de él pero no para repetir una historia que ya no es dable revivir. Construir el futuro a partir de lo ya logrado implica conocer muy bien lo que se ha hecho,  para no reinventar el hilo negro ni cometer los mismos errores. Hay que mirar a la historia para aprender, no para repetirla.

 

La construcción del porvenir es una tarea sumamente compleja que requiere el entender la dinámica con la que se mueve una sociedad para poder dirigirla hacia la consecución de sus objetivos. Este proceso no es lineal ni determinista, ni obedece a las “leyes” de  la historia. Se trata de dirigir un sistema donde interactúan millones de personas  y donde influyen el azar y la incertidumbre.

 

Para ilustrar esta complejidad y lo inesperado que suelen ser los resultados hay que recordar lo que dice la Teoría del Caos. Para ella, un pequeño cambio en los valores iniciales de las variables en las ecuaciones que intentan predecir algún comportamiento complejo,  puede dar un resultado radicalmente diferente e inesperado. 

 

Se suele simplificar esto con la imagen de que el aleteo de una mariposa puede provocar un huracán al otro lado del mundo. O para ponerlo al día, una  sola persona en China,  que disfrutó los placeres culinarios de un murciélago, está ocasionando una pandemia mortífera y una enorme depresión económica mundial.

 

Construir un futuro deseable para la sociedad no es un problema de objetivos.  Todos coinciden en buscar una calidad de vida que propicie el bienestar y la felicidad mediante bienes materiales que satisfagan  las necesidades de cada quien y contar con servicios de primera por parte del Estado en salud, educación y seguridad pública.  

 

La dificultad estriba en cómo lograrlos. Con el enfoque y herramientas adecuadas, una sociedad puede construir un porvenir exitoso y en estos tiempos de crisis, sobrevivir y adaptarse. 

 

Para resolver nuestros problemas inmediatos,  hace falta usar los elementos que nos entregó la Ilustración, no querer regresar a un pasado utópico e irrepetible. La humanidad puede seguir su camino de progreso, de la mano de la Ilustración. 

 

ECONOMÍA EN LA NUEVA NORMALIDAD

 

d´interés … ados lectores, muy buenas tardes, que todos se sigan cuidando conforme a la “Nueva Normalidad” aun y cuando el hartazgo por el exceso de noticias, muchas de ellas contradictorias y otro tanto que no nos dicen realmente nada, me permito comentar a ustedes el hecho de no entrar a detalle en los temas comentados pero créanme que no hay semana en la que no se publiquen de forma oficial nuevos lineamientos que en su mayoría son de vigencia casi inmediata y que dentro de lo publicado ya tienen sanciones ante su inobservancia.

 

Dentro de la evaluación que harían las autoridades con relación a las medidas implementadas en las empresas por motivo de la pandemia, su control de riesgos, exposición a contactos y probabilidades de contagio tanto de los empleados como de los clientes, el interrogatorio de casi 50 aciertos va a ser más o menos así:

 

Tabla 2. Medidas administrativas 

Como recordaran a partir de junio se aplican impuestos a los ingresos obtenidos a través de plataformas tecnológicas (Netflix, Amazon, Mercado Libre, Airbnb, etc.) por lo que el SAT lanzó un minisitio para que estas plataformas nacionales y extranjeras localicen en la información necesaria para facilitar el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, va dirigido a los contribuyentes que enajenen bienes, presten servicios o concedan hospedaje a través de Internet mediante aplicaciones. 

 

Les comparto algunos comentarios del Mtro. Victor M. Monroy J. que creo son bastante claros en cuanto a la “Nueva Normalidad” se refieren, y es que estamos frente a una nueva realidad no solo nacional, sino mundial, en poco tiempo la economía del planeta se fracturó, cientos de empresas cerrarán, miles de empleos perdidos, presupuestos reducidos, incluso en las grandes trasnacionales,  algunos economistas sugieren que los efectos negativos de la pandemia seguirán uno o dos años, ocasionando que en el mejor de los casos se entorpezca el cumplimiento de toda clase de contratos, muchos no podrán ser honrados en la forma en que fueron firmados, ¿cuál es la solución? Tenemos cuatro posibilidades: negociación, mediación, arbitraje y la vía judicial, esto incluye contratos de crédito, financiamiento, arrendamiento, laborales, comerciales, etc., lo que implica que casi todos tengamos alguno que revisar, modificar, cancelar, etc., pero no olvidemos que tienen un efecto legal que puede volverse económico.

 

Las partes pueden lograr una negociación o bien, contratar los servicios de un abogado experto en el tema para que consiga una negociación inteligente que permita conservar el objeto del contrato y se posibilite su cumplimiento, se trata de lograr negociaciones más de ganar–ganar; es importante y de preferencia (para dar materialidad) que las firmas sean ratificadas ante notario público, corredor público, autoridad municipal, etc., que le détt validez oficial.

 

La seguridad jurídica que da el hacerlo por un medio electrónico como un chat o una cuenta de correo electrónico, es muy cuestionable, si bien es por escrito de manera personal, quizá no lo firmen en señal de recepción, verbal complica más la prueba, aun y que se cuente con la asistencia de dos testigos imparciales. 

 

Sigue la mata dando y lo dejo a su consideración ya que parece ser la línea por seguir por las autoridades laborales, según la Organización Internacional del Trabajo la seguridad social es “la protección que una sociedad proporciona a los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia”. 

 

Consecuentemente, si un patrón afecta al colaborador en su estabilidad laboral también lo perjudica en sus prestaciones de seguridad social. Asimismo, si la empresa omite cumplir con sus deberes contributivos en la materia, el subordinado es trastocado en sus beneficios económicos y en especie. 

 

Saludos y nos leemos en la próxima, les adelanto, siguen las modificaciones legales en materia económica y laboral, cuidemos nuestro escaso patrimonio.

 

LA PANTALLA DE PLATA

 

“La vida no es como en las películas, es mucho más difícil”.

Alfredo en “Cinema Paradiso”.

 

PERFECCIÓN.

 

A raíz del fallecimiento del gran compositor Ennio Morricone, acaecido apenas el pasado 6 de julio, recordé la que para mí es una película perfecta: Cinema Paradiso, con la estupenda banda sonora del mencionado autor.  

 

Y desde luego que al recordar el filme, cuyo entorno principal es el viejo cine de una pequeña villa italiana, mi mente me transporta al pasado, a mi pueblo, a mi infancia, a mi querido Teatro Juárez en la época en que fue un desvencijado cine de pueblo. 

 

Hoy les comparto estas desordenadas e imprecisas memorias.

 

NEREIDAS.

 

Son  las cinco de la tarde de un frío domingo de los años sesenta.  En el asmático altavoz externo del Teatro Juárez de El Oro suena “Nereidas”, que sale de un gastado disco que, cansino, gira en la vieja tornamesa del cine.  Antes habían sonado otras piezas, desde rancheras con Jorge Negrete hasta “Only you”, de Los Platters. Pero el famoso danzón de Amador Pérez es siempre la última melodía antes del comienzo de la función dominical.  Mis pies infantiles corren sobre el estropeado pavimento de la Avenida Juárez y se apresuran aún más al llegar a la hermosa vereda con palmas datileras que desemboca en el pórtico del teatro. 

 

Hoy está La Güera en la taquilla y me otorga descuento de niño, es decir, dos pesos en lugar de cuatro por una butaca en luneta.  Me sonríe y me mira con sus ojos verdes.  Yo la veo y confirmo que es la chica más bonita del mundo.

 

En la primera fila aún hay lugar para mí, junto a mis amigos, que han llegado antes.  La película es lo de menos, el acontecimiento es IR al cine, comprar tostadas de Carmela, un barquillo aguado de Don Germán, un mazapán con “El Chíscala”.

 

Cuatro pesados paneles de madera se cierran ruidosamente uno por uno, tapando la luz natural que se cuela por las ventanas de la galería.  Las pocas lámparas que aún funcionan se apagan y da inicio la proyección.  Sobre la marcha se ajustan el enfoque, el audio y el encuadre, lo que provoca los primeros silbidos del público, pero pronto todo va bien y los ruidos ajenos a la cinta se reducen a las pisadas sobre el tablado de madera de quienes llegan tarde o de los que salimos a comprar golosinas. 

 

Al final del primer filme --quizá un western que llega al pueblo cuatro o cinco años después de su estreno en la Ciudad de México—viene un intermedio; el cine no está abarrotado, pero la concurrencia es alta.  La gente sale a estirar las piernas, al baño o a seguir comprando.  

 

La segunda película suele ser aún más vieja que la primera; tal vez una comedia mexicana en blanco y negro.  Aún así, nadie abandona la sala y la ve completa, pero apenas se está poniendo el letrero “Fin” súbitamente irrumpe en la pantalla, ya iniciado, el western de la primera función.  Ahora sí se empieza a ir la gente; el proyeccionista tiene prisa, por lo que en esta segunda proyección la película es más breve, gracias a viejas mañas que le “comen” algunos pedazos  a la cinta.

 

CHUMILO.

 

En El Oro, nadie grita “¡cácaro!” voz famosa en otros cines de nuestro país.  Todos conocemos a Chumilo, el proyeccionista del Juárez, de toda la vida.  Hoy, medio siglo después, me entero que su nombre era Emilio Alvarado, que fue olvidado y sustituido por el hipocorístico que gritamos cuando hay fallas en la proyección, acompañado de los clásicos “¡Chumilo, no le robes!”, “deja la botella”, “volumen”, etcétera.

 

De físico corpulento y edad indefinida –los niños no somos buenos para calcular edades, todos los adultos nos parecen viejos- Chumilo es el orgulloso capitán de esa nave de sueños que es el otrora majestuoso edificio neoclásico del Teatro Juárez, con su contramaestre Rodolfo –Fito- Cabrera, quien cada semana viaja a México en autobús para traer las pesadas latas conteniendo las cintas que serán proyectadas mediante dos vetustos aparatos de 35 milímetros.

 

Una lejana mañana, al pasar frente al teatro, me encuentro a Chumilo clavando carteles y pintando el pizarrón que anunciará la función de esa tarde.  No sólo lo saludo, sino que me quedo a curiosear.  El hombre es de trato afable y entablamos plática con facilidad.  Poco más tarde, a través de una estrecha escalera y una pequeñísima puerta, Chumilo me da acceso a su puente de mando, la atestada cabina de proyección en la que conviven en brevísimo espacio dos enormes proyectores de 35 milímetros cuya potente luz es producida por el arco voltaico generado entre dos barras de carbón y cobre.  Me explica la forma en que se “cargan” los carretes y se enhebra la cinta; me muestra el aparato en donde, una vez proyectado un rollo, debe regresarse a su carrete original; detalla cuán preciso debe ser el momento en que se pasa de un proyector a otro sin que el público lo perciba.

 

Salgo de allí impresionado y feliz, por haber conocido las entrañas de esa maravilla tecnológica y satisfecho por haber sido depositario de la confianza de aquel inolvidable personaje del pueblo. 

 

Hay varias anécdotas acerca de Chumilo: que abreviaba las películas para irse a descansar más temprano; que confundía el orden de los rollos, de suerte que un personaje que había muerto, aparecía poco más tarde pleno de vida; que se quedaba dormido en la cabina, etc.  Yo prefiero recordarlo como aquel hombre que un día, generosamente, me abrió la puerta de sus dominios y me permitió entender un poco los misterios detrás de esta sana forma de esparcimiento que tuvo mi pueblo.

 

AUTOCINEMA.

 

Algunos martes, que era el día en que el Juárez proyectaba películas menos populacheras, de mejor calidad, era común ver ¡dentro de la sala! el pequeño Renault Gordini de la señora Ummarino.  Lo metían a través de unas rampas de madera fabricadas al efecto y abrían el enorme portón central de madera, para que el auto quedara estacionado justo bajo la cabina de proyección.  En el asiento delantero derecho estaba la joven Marus López, gran aficionada al cine cuya condición de parapléjica a causa de un desafortunado accidente, le dificultaba asistir de otra forma.  Así que su papá, el carismático don Juan López, se las ingenió para convencer al concesionario del cine de hacer todos estos movimientos para darle a Marus unas horas de entretenimiento.  ¿Habrá algo más poderoso que la voluntad de un padre por complacer a su hija?  

 

FINAL.

 

La primera gran restauración del Teatro Juárez, emprendida por la administración de don Ángel Castillo, presidente municipal de 1970 al 72, y dirigida con el empeño y la creatividad inigualables del maestro Enrique Monroy Sánchez, marcó el fin del teatro como sala de cine.  Una obra realizada con tanto esfuerzo del Ayuntamiento  y generosidad de los ciudadanos, no podía ser puesta en riesgo, por lo que se determinó que las funciones de cine cesarían para siempre.  Hoy sabemos que la medida era indispensable, pero en el momento fue un duro golpe para los asiduos a esta forma de entretenimiento. 

 

Nunca supe qué destino tuvieron los aparatos ni Chumilo, que quedaron sólo para el recuerdo y la anécdota de mi pueblo.

 

Hoy, los enormes conjuntos “multiplex” de las ciudades, las técnicas Imax, 3D y 4DX, el sonido y proyección digitales y las salas VIP han transformado la industria del cine.  Ir a una función es una experiencia placentera y hasta lujosa.  Pero nada de ello me podrá hacer olvidar a mi destartalado Teatro Juárez, que en cada pueblo de la región tuvo sus contrapartes: El “América” de San Felipe; el “Estrella” de Temascalcingo; el “Atlas” de Ixtlahuaca; el “Obrero”, de Tlalpujahua  o el “Teatro del Pueblo” de Atlacomulco; edificios con alma, sabor e historias inolvidables.

 

Guadalajara, Jalisco, 16 de julio de 2020.

 

EL CASO CONAPRED

 

A mediados del pasado mes de junio, se suscitó un hecho controvertido que ocupó espacio en la agenda política del Gobierno Federal, me refiero al tema del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED). Lo que empezó con una polémica respecto a la organización de un foro sobre ¿Racismo y/o clasismo en México?, organizado por la referida entidad y particularmente por figurar entre los invitados al evento José Manuel Torres Morales, más conocido como “Chumel Torres”, comediante considerado por muchos -incluido el Ejecutivo Federal-, “uno de los personajes más elitistas, clasistas y racistas que hay en México”, derivó no sólo en la cancelación del referido foro y en la renuncia tres días después de la titular del organismo, Mónica Maccise Duayhe, sino en el pronunciamiento del Presidente López Obrador de desaparecer al órgano antidiscriminación de nuestro país.

 

El Consejo Nacional para Prevenir La Discriminación (CONAPRED), es un órgano autónomo de Estado creado por la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, aprobada el 29 de abril de 2003, y publicada (en el Diario Oficial de la Federación) el 11 de junio del mismo año. El Consejo es la institución rectora para promover políticas y medidas tendientes a contribuir al desarrollo cultural y social y avanzar en la inclusión social y garantizar el derecho a la igualdad, que es el primero de los derechos fundamentales establecidos en la Constitución General de la República.

 

Se encarga también de recibir y resolver las quejas por presuntos actos discriminatorios cometidos por particulares o por autoridades federales en el ejercicio de sus funciones. Desarrolla acciones para proteger a todos los y las ciudadanas de toda distinción o exclusión basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, que impida o anule el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas.

 

Cuenta con personalidad jurídica y patrimonio propios, y está sectorizada a la Secretaría de Gobernación. Además, goza de autonomía técnica y de gestión, adopta sus decisiones con plena independencia, y no está subordinado a ninguna autoridad para sus resoluciones en los procedimientos de quejas.

 

La creación del organismo no fue concesión gratuita, sino fruto de una larga lucha por el respeto a los derechos humanos de los grupos de población históricamente discriminados: indígenas, personas con discapacidad, migrantes, hombres y mujeres con preferencias sexuales diversas, entre otros. Es producto de un amplio y dificultoso proceso protagonizado por un movimiento en el que participaron muchas organizaciones de la sociedad civil y perseverantes luchadores sociales defensores de los derechos fundamentales del ser humano.

 

La creación del CONAPRED forma parte de una generación de instituciones que el Estado mexicano se ha dado, en su empeño por construir una sociedad más igualitaria, más justa, inclusiva y tolerante. Forman parte de este andamiaje institucional, además de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación anteriormente citada, la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres promulgada en enero de 2001. La ley determinó como objeto general del Instituto “el promover y fomentar las condiciones que posibiliten la no discriminación, la igualdad de oportunidades y de trato entre los géneros; el ejercicio pleno de todos los derechos de las mujeres y su participación en la vida política, cultural, económica y social del país”.

 

Dicho ordenamiento se vio complementado con la promulgación de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, publicada el 2 de agosto de 2006, cuyo objeto es “regular la igualdad entre mujeres y hombres y proponer los lineamientos y mecanismos institucionales que orienten a la nación hacia el cumplimiento de la igualdad sustantiva en los ámbitos público y privado, promoviendo el empoderamiento de las mujeres” y por la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, promulgada en febrero de 2007, la cual tiene por objeto “establecer la coordinación entre la Federación, las entidades federativas y los municipios para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, así como los principios y modalidades para garantizar su acceso a una vida libre de violencia que favorezca su desarrollo y bienestar”.

 

Un ordenamiento más que forma parte de este conjunto legislativo es la Ley General de las Personas con Discapacidad, publicada el 10 de junio de 2005, la cual tiene por objeto establecer las bases que permitan la plena inclusión de las personas con discapacidad, en un marco de igualdad y equiparación de oportunidades, en todos los ámbitos de la vida.

 

Para operacionalizar lo anterior, el 25 de mayo de 2006 se creó el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (CONADIS), que es el instrumento permanente de coordinación intersecretarial e interinstitucional que tiene por objeto contribuir al establecimiento de una política de Estado en la materia, así como promover, apoyar, fomentar, vigilar y evaluar las acciones, estrategias y programas derivados de la Ley.

 

Vale la pena subrayar que México fue un destacado promotor de la Convención sobre los Derechos de la Personas con Discapacidad, la cual fue suscrita por la Organización de las Naciones Unidas el 30 de marzo de 2007. En la consecución de este objetivo, el liderazgo, reconocimiento internacional y trabajo incansable de Gilberto Rincón Gallardo fueron determinantes.

 

La Convención tiene por objeto establecer las bases que permitan la plena inclusión de las personas con discapacidad, en un marco de igualdad y equiparación de oportunidades, en todos los ámbitos de la vida.

 

Es justo reconocer la sensibilidad, convicción y compromiso ético y político asumido, no sólo por los titulares del Poder Ejecutivo en turno, sino también, por los integrantes del Poder Legislativo Federal, al reconocer y hacer suyo el reclamo social de reivindicar los derechos fundamentales de estos grupos de población altamente vulnerables de la sociedad mexicana.

 

El compromiso republicano asumido por ambos poderes, sustentado en el justo reclamo social, hizo posible la construcción del entramado jurídico, organizacional y programático-presupuestal que el Estado ha edificado para sustentar la instrumentación del paradigma de atención a las personas endebles de nuestra sociedad, basado en el reconocimiento pleno de sus derechos.

 

Lo anteriormente enunciado, acredita que el Estado mexicano ha dado pasos significativos orientados a construir una sociedad más justa e igualitaria, que lo hecho hasta ahora ha sido importante pero no suficiente, así lo demuestran las expresiones de violencia hacia las mujeres en sus más repugnantes manifestaciones, la discriminación a diversos grupos de población -16.9 millones de personas adultas, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017-,  y la aún incipiente visibilidad de éstos colectivos sociales  como objetivo de las políticas públicas. 

 

En este sentido, siguen vigentes las tesis de don Gilberto Rincón Gallardo, en cuanto a “la necesidad de construir las condiciones para establecer un cambio cultural sustentado en los valores de la convivencia y la observancia de las normas vigentes y las condiciones pluriculturales”, al señalar “que los migrantes y refugiados en las fronteras norte y sur, así como en el propio territorio mexicano sufren de la discriminación y el maltrato social. La realidad es que existen grandes distancias entre el espectro de las normas incluyentes que emanan de nuestra legislación y las prácticas de exclusión que rigen nuestras convicciones personales”.

 

A partir de lo anterior, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), no sólo debe mantenerse, sino fortalecerse como el organismo antidiscriminación del Estado mexicano, preservándose como una entidad autónoma, cuyo quehacer institucional responda a las demandas de nuestra sociedad por el respeto irrestricto a los derechos humanos, particularmente de los grupos más vulnerables.

 

La actividad física y ejercicio en los adultos mayores

 

 

En México el  9% de la población tiene más de 60 años y más, según cifras del INEGI, ocupando el séptimo lugar entre los países del  mundo que tienen un envejecimiento acelerado. Por este motivo, a medida que el número de adultos mayores aumente, se incrementará la frecuencia de las enfermedades crónico degenerativas, así como algunos problemas de salud mental.

 

El hablar de vejez y de los adultos mayores en la  práctica del ejercicio físico de forma continua es una de las prioridades en salud pública, como forma de prevención de enfermedades en la tercera edad. 

 

Uno de los factores para el incremento en la esperanza de vida,  corresponde a la actividad física, ya que es  un elemento que permite adquirir en el cuerpo una resistencia superior ante las distintas agresiones que el paso de los años provoca, incrementando el bienestar y la salud especialmente en la tercera edad.

 

La actividad física se refiere a todo movimiento corporal que implique un gasto energético y que se encuentra en su mayor parte bajo control voluntario.

 

El ejercicio son  movimientos corporales planificados, estructurados y repetitivos que se realizan con o sin fines de acondicionamiento físico. 

 

Cada día el adulto mayor pierde un poco de sus habilidades físicas y tiene un mayor riesgo de padecer complicaciones derivadas de la inactividad o sedentarismo. 

 

Dando como resultado que las capacidades de su cuerpo se van deteriorando como parte del proceso natural de envejecimiento.

 

El proceso de envejecimiento no se puede evitar pero se puede retardar. La actividad física regular permite reducir sus efectos y, por lo tanto, mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.


Algunos efectos beneficiosos de la actividad física en los adultos mayores son:

  • Mantenimiento de los músculos y articulaciones
  • Prevención de descalcificación
  • Aumentar la capacidad de los sistemas respiratorio y cardiovascular
  • Mejorar la coagulación sanguínea
  • Prevención de depresión 
  • Presentan una mayor salud funcional
  • Hay menor riesgo de caídas
  • Funciones cognitivas mejor conservadas
  • Menor riesgo de limitaciones funcionales moderadas y graves
  • Se desarrolla resistencia a la fatiga
  • Disminuye la ansiedad 
  • Favorece la conciliación del sueño
  • Ofrece mayor energía para las actividades diarias
  • Facilita el movimiento de las articulaciones 
  • Mejora el equilibrio, flexibilidad y resistencia

 

Existen manifestaciones diferentes para cada ser humano, que dependen no sólo de la estructura genética, pues también está condicionado por el estilo de vida y por los hábitos como la alimentación , el sedentarismo, el estrés, tabaquismo, alcoholismo y más,  adquiridos con el paso del tiempo y que pueden desencadenar un proceso acelerado de envejecimiento, favoreciendo la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes, artrosis, demencias, y enfermedades que pueden provocar dependencia funcional y  disminución en la calidad de vida.

 

La actividad física constituye uno de los pilares básicos para conseguir con éxito un envejecimiento saludable, si se practica de forma regular, constante y de forma moderada.

 

Es aconsejable realizar por lo menos 30 minutos de actividad física moderada 5 días a la semana, recordando que la  actividad física regular es un buen sistema de prevención de enfermedades y, sobretodo, de tratamiento de las mismas. 

 

La actividad física para adultos mayores puede ser de diferentes formas:

  • Caminar
  • Nadar
  • Bailar
  • Tomar clases de aerobics
  • Hacer ejercicios de flexibilidad
  • Actividades que mejoren equilibrio

Las personas con determinados problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares y diabetes, deben tomar más precauciones y consultar al especialista antes de intentar alcanzar los niveles recomendados de actividad física para los adultos mayores, recordando que el programa debe adaptarse a cada persona en función de su capacidad de ejercicio, de sus limitaciones y de los riesgos específicos para su salud.

 

A modo de conclusión, la actividad física en personas mayores mejora su condición física y psicológica, lo que conlleva una vida más sana, más equilibrada, más dinámica, más activa y más alegre.