Si algo es esencial en nuestra cultura mexicana, eso son los tianguis; verdaderas reliquias de la época prehispánica que siguen vigentes hasta el día de hoy. Muchos no concebimos nuestra vida cotidiana sin ellos, y sin sus alimentos, ofertas, colores y artículos.

 

Pero no es sólo un asunto romántico o cultural lo que los mantiene vivos; en realidad, es su dinamismo económico lo que ha permitido su existencia hasta la actualidad; ya que de ellos viven numerosas familias de comerciantes, y en ellos se surte de distintos insumos la inmensa mayoría de la población.

 

Suspendido desde el 3 de mayo de 2020, el tianguis de Atlacomulco superó 3 meses de inactividad hasta que el pasado 16 de agosto se volvió a instalar en el sitio de costumbre. 

 

¿Cómo se dio este proceso? ¿Cuáles son las variables a considerar? ¿Qué le espera en el futuro inmediato?

 

Aquí le contamos.

 

Del cierre a las pérdidas

 

Varias personas se enojaron y muchas decidieron manifestar su malestar en redes sociales, pero la decisión estaba tomada: el tianguis dominical de Atlacomulco se suspendía, como antes o después se puso pausa en otros municipios del norte estatal.

 

La fecha era el 3 de mayo y la razón estaba en la cifra de contagios que el COVID-19 dejaba a nivel municipal. Ya había muertos, por supuesto. Pero, con todo y ello, durante los días pasados se observaba justo lo que no se quería ver: aglomeraciones de gente, escaso uso de cubrebocas tanto entre comerciantes como compradores, falta de higiene, visitas en familia (incluyendo a niños y adultos mayores) como si fueran vacaciones y una plena inconciencia a nivel social.

 

Por supuesto, no era lo que se esperaba, así que la medida, aunque sumamente dura, también tenía un respaldo de justicia.

 

 

 

Pero eso no era ningún consuelo para quienes acostumbraban abastecerse cada domingo, y mucho menos para quienes tienen en los tianguis sus ingresos, de modo que hubo necesidad de implementar algunas medidas de abasto. 

 

¿Las soluciones? Ubicar a algunos comerciantes originarios de Atlacomulco en la explanada del tianguis, de lunes a viernes, estableciendo medidas de sana distancia para evitar la aglomeración de compradores. A eso se sumó la venta de vegetales en la Alameda Central y frente a la presidencia municipal, acciones coordinadas por el Ayuntamiento.

 

Lo bueno de ello es que con la medida se garantizaba el abasto de alimentos para la población. Lo malo es que quedaron fuera todos los vendedores de ropa, calzado, artículos de hogar y demás aspectos que no fueran considerados como insumos básicos, amén de los comerciantes no originarios del municipio. 

 

Así mismo, las pérdidas económicas no fueron sólo para los comerciantes. Recordemos que el tianguis dominical es una nada despreciable fuente de ingresos propios para el Ayuntamiento de Atlacomulco. 

 

Si tomamos como referente que, acorde a la información hecha pública por esta dependencia, los ingresos mensuales que el tianguis dominical le deja al gobierno local se promedian en 160 mil pesos, tenemos que, a lo largo de 3 meses de inactividad, por lo menos medio millón dejó de ingresar a la Tesorería.

 

 

En suma, con el COVID-19 y la suspensión del tianguis, todos perdimos; lo que establece diferencias es que unos perdimos más que otros. 

El dilema de los puesteros

 

Si la vida no se detiene, el comercio tampoco; de modo que, en algún momento, el tianguis dominical se debía reestablecer en el municipio.  Todos lo sabíamos, así que la pregunta era sólo saber cuándo ocurriría.

 

Pues bien, la fecha ya la sabemos; sucedió el 16 de agosto pasado. Pero antes de ello, hubo una serie de sucesos que son importantes para tener en cuenta.

 

En muchas colonias y comunidades se establecieron pequeños puestos semi clandestinos en los que se expendían frutas y verduras. Los más evidentes fueron aquellos que se colocaron a un costado de vialidades como la carretera a San Juan de los Jarros, a la altura de la comunidad de Bombatevi Ejido y en la Zona Industrial.

 

Es precisamente en este último sitio donde se presentó el mayor malestar social. Al menos entre un importante sector dentro del municipio como lo son los industriales.

 

Con fecha 20 de junio, y firmada por el presidente de la Asociación Profesional Patronal de la Zona Industrial de Atlacomulco S. P., se le hizo llegar al Ing. Roberto Téllez Monroy un documento donde se le solicita el retiro de un puesto de venta de frutas y verduras a un costado del Bulevar 1º. de Mayo (antes Blvd. Arturo Montiel Rojas).

 

Si bien puede parecer algo exagerado que se solicite el retiro de unos pocos puestos, la verdad es que, al menos en dimensiones, estos eran bastante extensos.

 

Ahora bien, el texto íntegro del documento dice lo siguiente:

 

“Por medio del presente y en base (sic) a que sobre el Boulevard Arturo Montiel Rojas frente a la empresa cerrada BARIK, SA DE CV se ha instalado un tianguis desde hace un mes, siendo un riesgo latente para nuestros trabajadores ya que están ocupando el derecho de vía que se utiliza para el ascenso y descenso de nuestros colaboradores, además un foco de infección por todo el desperdicio de la fruta, verduras y desperdicios de comida de los puestos de carnitas y tacos. Nuestros asociados nos solicitan que se retiren de manera inmediata, proponiendo la colocación de tierra y tezontle para evitar que se vuelvan a instalar en el Boulevard”.

 

Como todos pudimos constatar, estos comerciantes fueron reubicados sobre el mismo bulevar, a un costado de una automotriz.  

 

Acorde a lo expuesto a d´interés por personal del Ayuntamiento de Atlacomulco, si bien estaba fuera de norma que se colocaran puestos en todos estos sitios, también era importante proporcionar opciones de ingresos económicos a las personas que ahí se colocaban.

 

El asunto de fondo, al menos en estos casos, fue la tolerancia durante un lapso de tiempo. Y es que, como podemos ver, razones no le faltaban tanto a industriales como a tianguistas, así que solo fue asunto de equilibrar.

 

Y ahora, qué debemos esperar (y exigir)

 

Los días 11 y 12 de agosto se realizaron un par de reuniones entre el personal de la coordinación de Tianguis y Mercados, y comerciantes del municipio. El lugar fue la explanada del tianguis y los acuerdos a los que se llegaron no se dieron en un ambiente terso. Ni mucho menos.

 

Todo parte de una cuestión que, si bien tiene lógica, también es cierto que genera malestar en algunos de los tianguistas. La división de actividades se determinó del siguiente modo: los días sábado se instalarán comerciantes dedicados al rubro de insumos no básicos, como ropa, venta de plásticos, calzado, etc.  Por su parte, los domingos se destinarán al expendio de alimentos como frutas, verduras, carnes en general, y puestos de comida preparada.

 

Como era de suponerse, quienes fueron asignados al sábado mostraron inconformidad por el hecho de que es mucho menos la gente que acude a comprar en ese día, que la que va al tianguis los días domigos. De hecho, aseguraron que sus mayores clientes son aquellos que van al tianguis para otras actividades y, como cosa secundaria, compran ropa o calzado.

 

No obstante, sobre el punto no hubo marcha atrás por parte de las autoridades, quienes expusieron que la medida era, básicamente, para evitar congestionamiento y aglomeraciones. Luego de no pocas discusiones, al final los tianguistas aceptaron.

 

La razón es simple. Es mejor vender poco a no vender nada.

 

Ahora bien, las medidas acordadas para la reanudación del tianguis sabatino y dominical son las siguientes: 

 

 a)  Uso obligatorio de mascarilla o googles, así como cubrebocas, guantes y gel antibacterial por parte de comerciantes.  En caso de no cumplir con ello, se le sancionará al comerciante infractor con descanso durante 3 sábados o domingos, según sea el caso. Esto se respaldará con el levantamiento de un oficio.  

 

b) Uso obligatorio de cubrebocas por parte de compradores. Se acordó no venderle a nadie que no porte cubrebocas.

 

c) El tianguis se restringe únicamente a las explanadas del tianguis, por lo que los comerciantes que usualmente se colocaban en calles como la Av. del Trabajo, Gregorio Montiel y Enrique Valencia serán colocados dentro de ellas. Todo de 8 de la mañana a 4 de la tarde. 

 

d) No se limitará la colocación de ningún tianguista, sin importar si es o no originario de Atlacomulco. El único requisito obligatorio es mostrar su tarjeta de identificación como tianguista dominical.

 

e) A los comerciantes que son adultos mayores se les solicita no acudir a realizar su actividad. En caso de insistir, deben firmar una carta responsiva, en la que se deslinda a las autoridades.  En caso de cumplir con la petición de no asistir, se les garantizará que las autoridades habrán de respetar su espacio para que se coloquen en el futuro. Para ello se les extenderá una constancia.

 

f) La organización de puestos se limitará a cuadros bien establecidos, por lo que no habrá comerciantes en los pasillos.

 

g) Al concluir con la jornada de comercio, los espacios se lavarán y desinfectarán para evitar cualquier posible contagio.

 

Fuentes consultadas por d´interés dentro del área de Tianguis y Mercados aseveraron que esta nueva dinámica del tianguis se mantendrá vigente hasta que las autoridades de Salud estatal determinen que en el Estado de México nos encontramos en semáforo verde.

 

Por otra parte, se aseguró que, habida cuenta de que con estas disposiciones ya existe un espacio determinado para la práctica del comercio, los puestos informales donde se vende fruta y verdura en distintos puntos de Atlacomulco -como fue el caso del que se ubica en la Zona Industrial- serán retirados por el riesgo que existe en ellos de propagar más contagios dado su nulo control.

 

Tal es el panorama que tendremos, por lo menos, durante el resto del mes y quizá todo septiembre. 

 

Poco a poco, la vida va volviendo a la normalidad y, de algún modo, estamos comprendiendo los riesgos que enfrentamos. Hacemos votos porque este avance –bastante significativo, teniendo en cuenta los tiempos que vivimos-, sea el principio de una vida más ordenada en el municipio.

 

En este reinicio, es un buen momento para replantearnos cuál es el Atlacomulco que queremos.