A lo largo de la edición pasada, en d´interés analizábamos fortalezas y debilidades con las que cuentan algunos de los eventuales aspirantes y posibles candidatos al gobierno municipal en Atlacomulco, todo ello desde un panorama que involucra a partidos e independientes.

 

Conviene recordar algo que se mencionó al final de ese trabajo y que hoy retomamos para estas páginas: lo que se realiza es un análisis particular, partiendo de las valoraciones e informaciones con las que cuenta este medio de comunicación; por lo que no sería una sorpresa que nuevas personas se sumaran a lo largo de los días por venir.

 

Dicho lo anterior, ahora demos un vistazo a cuatro municipios vecinos que tienen una relación muy especial con Atlacomulco en los ámbitos político-económicos. 

 

Son cuatro lugares muy particulares. Cuatro sitios que, por supuesto, tienen mucha información que analizar. 

 

 

Son muchas razones…entre ellas, el ego

 

Un derecho con el que contamos todos los mexicanos, es el de votar y ser votado. Votar, por supuesto que es mucho más abierto que el de ser elegido para representar a un partido o una candidatura independiente, ya que sólo quien cumple con ciertos requisitos tiene acceso a ello.

 

¿Cuáles son esos requisitos? Hay algunos públicos; formales en el estricto sentido de la palabra; pero existen otros que, por su manejo interno, sólo podemos intuir.

 

Aún con ello, no es difícil imaginar que las y los aspirantes deben cumplir con premisas específicas, como el tener un historial que los respalde en cargos del servicio público, visibilidad y reconocimiento social –que puede ser bueno o malo, claro-, o una labor destacada como activista dentro de una organización partidista.

 

Precisamente por ello es que muchas personas sólo pueden construir candidaturas en su imaginación. Hablamos de aprendices que echan a volar sus fantasías, creyendo –de buena fe, eso sí- que un puestecito en el servicio público ya es suficiente para pelear esta designación. 

 

Ahora bien, a título personal, quienes deseen participar en proceso de selección interno en sus partidos, y en otro abierto a la ciudadanía, ya como candidatos; deben cumplir con otro requisito: tener un ego muy alto. 

 

¿Cómo, si no, pensarían que pueden convencer a la gente para que vote por ellos y su proyecto?

 

El problema es que la gran mayoría de quienes se afilian a un instituto político –las candidaturas independientes son otra cosa- tienen un gran ego, pero no los argumentos como para sostenerlo. Peor aún, si una cosa separa a los políticos de éxito de aquellos que no lo son, es que ambos tienen una gran vanidad y egoísmo, pero los primeros suelen manejar esos defectos mucho mejor, y mostrarse tal como son sólo cuando ya no tienen nada en juego.

 

A sabiendas que, entre otros aspectos, es el ego el que impulsa a hombres y mujeres a buscar un cargo de elección popular, lo conveniente, entonces, es saber qué tanto pueden manejarlo quienes resulten designados por sus partidos. Después de todo, manejarlo adecuadamente es un asunto de inteligencia propia o de quienes los asesoran.

 

Y es que, lamentablemente, el ego desmedido y mal manejado arruina toda una carrera política.

 

¿Habrán pensado en ello quienes desean alcanzar una alcaldía?

 

Ojalá que sí.

 

La fiebre de El Oro

 

Por las particularidades del sitio, lo que ocurrió durante la elección del 2018 en El Oro destaca a nivel regional. Las razones inmediatas son dos: es un municipio que ha tenido un historial de alternancia gubernamental PRI-PAN, en la cual el tricolor resulta ganador, pero que hace evidente las fuertes bases del panismo orense.

 

 

La segunda razón, de mucho mayor peso en ese momento, era el declive que el Revolucionario Institucional mostraba a nivel nacional y que tuvo eco en lugares como Atlacomulco, San Felipe del Progreso, Temascalcingo o Acambay.

 

Por eso es que, teniendo en el horizonte la elección del 6 de junio de 2021, Marco Antonio Barranco Sánchez vuelve a ser una figura a tomar en cuenta dentro de la política orense, sobre todo teniendo en cuenta que, en términos reales, en este momento no se percibe como probable candidato priista a alguien que no haya ocupado la alcaldía en el pasado.

 

Ahora bien, Barranco Sánchez va sorteando con mayor o menor fortuna un proceso como el actual, en el que la pandemia por el COVID-19 golpeó la principal actividad comercial de El Oro, como lo es el turismo. Si los meses siguientes no comprometen esta actividad que es primordial para el municipio, puede tener oportunidades de elegibilidad, pero si es al contrario, el desgaste en su imagen se volverá en su contra por la misma inercia social.

¿Qué otras cartas tiene el PRI? Como ya se mencionaba, en este momento sólo se perciben ex presidentes. Es inmediato pensar en Cristina Cruz Hernández, quien entregó el mandato a Barranco, y la cual, durante el último lapso de su trienio, fue duramente señalada en redes sociales, pero que, como suele suceder con esos juicios, todo quedó en humo. 

 

Lo cierto es que, tal como lo indican los números, su administración fue eficiente, hecho que le abre la posibilidad a la candidatura.

Por otra parte, Rogelio Garnica Zaldívar es otro de los ex alcaldes que tiene altas posibilidades de regresar a la candidatura tricolor, esto con base en la aceptación que tiene dentro del partido y las buenas cuentas que entregó durante su administración municipal. De hecho, durante la elección interna de este partido en el proceso electoral del 2018, su nombre sonó fuertemente y, dentro de encuestas internas, salió bien posicionado como un eventual abanderado. 

 

Al ser El Oro un lugar con una población relativamente baja, esto eleva las posibilidades de candidatos y partidos, de modo que las elecciones se definen por pocos votos de diferencia. Lo anterior explica que el Partido Acción Nacional tenga posibilidades reales en cada elección que se presenta.

 

 

El hoy diputado Reneé Rodríguez Yáñez podría, desde la Cámara de Diputados local, construir una candidatura al gobierno orense. Los elementos con los que cuenta van desde el oficio político que ha desarrollado a lo largo de estos años, hasta la falta de figuras de peso en el partido albiazul que pudieran obstruir sus posibles intenciones. De igual modo, dentro de los legisladores panistas es uno que mayores reflectores obtiene durante sus intervenciones en la tribuna del congreso.

 

 

 

Por supuesto, Ubaldo Velázquez Piedra podría repetir por segunda ocasión consecutiva como candidato del PAN al gobierno orense. A su favor podría argumentar que se quedó a sólo 182 votos del primer lugar, con todo y que no tenía un profundo arraigo en el panismo, por lo que, a lo largo de estos 3 años, es posible que establezca lazos mucho más firmes a nivel municipal.

Por otra parte, desde hace mucho tiempo un invitado frecuente en cada proceso electoral orense es Mark Oblio Rivera Aguilar, mismo que en cada ocasión es un competidor de bastante respeto a nivel votación. También en el 2018 se quedó relativamente cerca de conseguir la presidencia municipal, impugnando ante el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM) los resultados de la elección, por lo que no sería sorpresa que su nombre vuelva a aparecer en las boletas electorales representando a Nueva Alianza, aunque, cosas de la política, también se le ha visto cercano a grupos simpatizantes de Morena.

Precisamente, hablando del Movimiento de Regeneración Nacional, dentro de las personas que desde hace mucho tiempo se identifica con la figura de Andrés Manuel López Obrador, encontramos a Leonardo Bautista Togo, actual delegado regional de programas federales y, en varias ocasiones, representante de Delfina Gómez Álvarez en distintos eventos. Esto podría considerarse como un respaldo tácito a una eventual candidatura de Bautista Togo, misma que volvería aún más reñida la elección orense en el 2021. 

 

Para tomar en cuenta: Con corte al 31 de enero de 2020, la lista nominal que maneja el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) para El Oro es de 25 815 electores; por lo que quien pretenda ser el o la próxima presidente municipal, necesita alrededor de 5 mil votos para garantizar su victoria. 

 

En San Felipe del Progreso, el asunto sólo es de 2

 

La diversidad política que muestran varios de los municipios en la región no encuentra eco en San Felipe del Progreso. Ahí, todas las condiciones actuales están dadas para que la contienda del próximo año sólo se decida entre dos oponentes: un hombre contra un partido.

La persona es el actual alcalde Alejandro Tenorio Esquivel, quien, con respeto al trabajo del resto de los demás alcaldes de la región, marca distancias. Inclusive, lo que para mucv  hos ha sido un obstáculo como lo es el COVID-19, Tenorio lo ha afrontado de tal manera que ha mejorado su imagen política ante la sociedad, implementando la entrega de bonos alimenticios y un programa de empleo temporal como parte de la dinámica para la reactivación económica municipal.

 

Ahora bien, durante el 2018 Tenorio compitió y gano bajo las siglas de Morena-PT, pero también es cierto que en distintas ocasiones ha declarado públicamente que no necesariamente su gobierno se sustenta bajo esas siglas. En otras palabras, se maneja bajo una autonomía política que lo volvería semi independiente, en caso de presentarse nuevamente como candidato en el 2021.

 

Por este tipo de cosas es que, al menos en este momento, es mayor la necesidad que tiene Morena-PT de Tenorio en San Felipe del Progreso, que la necesidad que podría tener el alcalde de ambos partidos, aunque, también en honor a la verdad, el aporte que hacen los dos institutos no es nada despreciable. 

Javier Jerónimo Apolonio, Eduardo Zarzoza Sánchez y Dora Elena Real Salinas, de inmediato, ocupan la primera fila a la hora de pensar en opciones para reconquistar la alcaldía. Los 3 con las credenciales para ello. Jerónimo Apolonio ya ha sido dos veces alcalde (2000-2003 y 2009-2012) y diputado local.  Zarzoza ocupó la presidencia municipal durante 2006-2009 y también ha ocupado escaños en las cámaras local y federal. Real Salinas, por su parte, también ha sido designada como diputada local y federal, pero cuenta con un descalabro al intentar la victoria como alcaldesa, precisamente en la elección del 2018.

 

Con menos posibilidades, pero también elegibles, están los expresidentes Abraham Monroy Esquivel y Olegario Romero López.

Como podemos ver, no carece de nombres el PRI de San Felipe, pero eso, en un municipio tan competido, podría ser un problema. Figuras de tanto peso dentro de un espacio tan pequeño vuelve un factor muy real el riesgo de una fractura interna, como ocurrió durante el 2018, con los resultados que ya conocemos.

 

A pesar de todo lo dicho, también debemos consignar que Emmanuel Garay pretende dar la pelea en San Felipe por Acción Nacional. El ex regidor ocupó un espacio durante la administración de Olegario Romero y, si sabe jugar bien sus cartas, podría colocarse en un sitio donde su eventual participación durante el proceso electoral vaya más allá de la simple anécdota.  

 Las muchas y pocas ventajas en Temascalcingo

 

Si en San Felipe del Progreso es realmente estrecho el panorama de opciones en verdad competitivas, en Temascalcingo el abanico se abre de tal modo que, al menos en el papel, la elección del próximo año será muy comprometida.

 

El gobierno municipal de Juan de la Cruz Ruiz no atraviesa por su mejor momento, eso es obvio. Aún con ello, la opción de que Morena vuelva a repetir en un segundo mandato municipal no se desvanece. De hecho, De la Cruz ha manifestado que al menos tiene la intención de estar en las boletas electorales una vez más. 

Por supuesto, el desgaste gubernamental podría afectar esa aspiración, por lo que ha preparado la carrera política de su hijo, Juan de la Cruz Trejo, desde hace tiempo, incluso, en sus tiempos como priista, logró colocarlo como presidente municipal suplente de Rogelio Valdez.  De hecho, muchas de las decisiones políticas que se toman en Temascalcingo pasan por el visto bueno de Cruz Trejo; aunque aún está por verse si los temascalcingueses aceptarían una sucesión dinástica en un sistema supuestamente democrático. 

 

Fuera de ello, en este momento Morena no tiene opciones visibles.

En otro sentido, el Revolucionario Institucional muestra rostros nuevos y conocidos dentro de la escena política local. Entre los primeros, José Espinoza Navarrete destaca por la actividad que muestra en sus redes sociales. La experiencia de Espinoza Navarrete procede de los cargos que ha desempeñado en el gobierno federal, lo cual le brinda mayor inercia. También están interesados los ex alcaldes Rogelio “Lin” Valdez Valdez (2009-2011), y Rigoberto Del Mazo Garduño (2016-2018). 

“Lin” Valdez, actualmente ocupa el cargo de diputado suplente por el distrito 1 con cabecera en Jilotepec, y ha cumplido con distintos cargos administrativos a nivel estatal y federal. Por su parte, Del Mazo Garduño también ha ostentado cargos estatales, y es quien entregó el poder a Juan de la Cruz, con quien tiene una cuenta pendiente, ya que fue el candidato priista derrotado durante 2018.

Pero los posibles aspirantes del tricolor no sólo son hombres. Suseth de la O Bello, titular de la Subdirección Regional de Educación Básica Atlacomulco tiene mucho tiempo trabajando para conseguir esta oportunidad. En el mismo caso está Laura Carbajal García, quien ya ocupó la presidencia del DIF municipal durante la presidencia de su esposo Rigoberto del Mazo, y fue regidora en la administración 2009-2011. Inclusive, Violeta Morales Bautista, ex regidora y con cargos en el gobierno estatal, también podría colarse en esta etapa, ya que en el pasado ha buscado la designación. 

El caso de José Reyes Rivera es muy parecido al de Alejandro Tenorio Esquivel. Reyes Rivera podría participar una vez más por el Partido Verde Ecologista, pero no necesariamente este instituto será un factor para un eventual triunfo, ya que el peso político de Reyes es amplio en Temascalcingo y la presencia del Verde es más bien escaza. Recordemos que Pepe Reyes estuvo a 180 votos de conseguir un segundo mandato dentro de la presidencia municipal y, todo parece indicar, durante el 2021 va por una segunda oportunidad en la que, por lo menos, sería un competidor muy fuerte. 

 

Para tomar en cuenta: El IEEM , con corte al 31 de enero de 2020, enuncia que en Temascalcingo la lista nominal asciende a 48 mil 89 electores. Si los candidatos aspiran a ser ganadores, deben superan los 9 mil votos a favor, por lo menos. 

 

Acambay; ¿otra vez la chiripa?

 

En la vida existen grandes afortunados por casualidades. Gente que nunca se vio a sí misma como la ganadora de nada y, contra todo pronóstico, lo logra por estar en el lugar y momento adecuado. 

 

En esa –muy extensa- lista entra la actual alcaldesa Esperanza Dolores González Martínez, quien de ser una profesora sin experiencia en nada más, se vio convertida en presidenta de Acambay. Cosa que debió sorprenderla a ella antes que a todos. 

 

Pese a ello y a su evidente falta de habilidad política y resultados, no debemos descartar que Esperanza González podría intentar su reelección basándose en que es la presidenta municipal y que en Morena no tiene rivales de peso.

 

Por supuesto, dentro de Regeneración Nacional también aspiran otros trabajadores de la administración municipal, como Efraín Morales Flores, secretario del ayuntamiento;  Rubén Josafat Mendoza, director de Gobernación; o el profesor Antolín Rosaliano de la Cruz, secretario técnico; el problema es que ninguno de ellos cuenta con bases políticas o experiencia más allá de sus actuales cargos, por lo que el apoyo y reconocimiento social es un obstáculo, al no contar con una estructura partidista fuerte. 

En el Partido Verde Ecologista también se manejan distintos nombres, aunque el de mayor fuerza política es el de Leticia Osornio Sánchez, hermana de los ex diputados y funcionarios públicos estatales Arturo y Rafael Osornio. Como es sabido, la familia procede de Aculco, pero Leticia Osornio lleva tiempo avecindada en Acambay y eso le permite aspirar a la presidencia municipal. Con experiencia en el magisterio, su historial cuenta con distintos cargos dentro del Gobierno del Estado de México.

En el Verde, además de Osornio, se manejan como posibles aspirantes al líder taxista Martiniano Ruiz Ruiz, y el arquitecto Sabino Guadarrama Ruiz, éste último director de Obras Públicas durante la administración 2009-2012, y también como residente de Obras Públicas de Atlacomulco en la administración 2013-2015. A estos nombres se suma el de Juan Manuel Navarrete Alvarado, quien se desempeñara como secretario particular de la ex presidenta Magdalena Peña Mercado.

Un partido que ha dado la batalla y, en ocasiones, se ha quedado relativamente cerca de obtener la presidencia municipal de Acambay es Acción Nacional, mismo en el que, a un año de la elección, se barajan nombres como el de Marlenne Miranda Arcos, quien ya ha ocupado un cargo como regidora del 2016 al 2018; Jorge Plata Flores, quien tiene experiencia en el sector privado y, por último, Gamaliel Hernández Zúñiga, ex priista que, inclusive, dirigió el Comité Municipal de Acambay. 

 

El PRI, por su parte, sin duda buscará retomar el poder que históricamente había tenido en este municipio. Para ello, Fabiola Ruiz Peña es una de las personas que se manejan como eventual aspirante. Ruiz Peña fue regidora durante la administración 2012-2015 y pertenece a la familia de autotransportistas dueños de las líneas Herradura de Plata y Flecha Roja. También se ha hablado de Jesús González Ángeles, persona muy ligada a Carolina Monroy del Mazo, quien lo ha llevado a ocupar cargos dentro del Comité Directivo Nacional y Estatal del tricolor.

 

Por supuesto, no se descarta que en el 2021 Daniel Sámano Jiménez vaya por una segunda oportunidad, luego de su derrota en el 2018. En ello iría tanto su prestigio personal, como el de su padre Miguel Sámano, quien hasta antes de esa elección se mostraba como un político con el toque para conseguir lo que deseaba.

Entre los viejos conocidos de la política acambayense, en distintos sectores se maneja el nombre de Jesús Alcántara Núñez como uno de los más serios aspirantes a conquistar la alcaldía. Recordemos que en más de una ocasión se ha dado por liquidado a Chucho Alcántara y ha sabido regresar una y otra vez. Ex alcalde de este municipio, diputado local y federal, siempre ha destacado como un eficaz operador político del PRI, pese a que ahora ostenta una diputación federal por el Verde Ecologista, por lo que será interesante saber cuál sera el instituto político que lo respalde en el 2021.

 

Para tomar en cuenta:  Con corte al 31 de enero de 2020, 45 mil 16 electores componen la lista nominal de Acambay. Pese a que en el municipio, en  ocasiones, se ha registrado un bajo nivel de participación ciudadana, quien desee triunfar en la próxima elección municipal debe tener como meta conseguir entre 9 y 10 mil votos.

 

El “detallito” de los votos nulos

 

Cerramos este trabajo con una puntuación final.  En la edición pasada y esta hemos hablado de los posibles sucesos en cinco municipios: Atlacomulco, San Felipe del Progreso, El Oro, Acambay y Temascalcingo. En 3 de ellos hubo una particularidad en la elección pasada.

 

Las victorias de Morena-PT en Atlacomulco y San Felipe del Progreso fueron contundentes. Incluso, aplastantes.  Pero en Acambay, El Oro y Temascalcingo la elección fue mucho más cerrada y pudo tomar un rumbo distinto.

 

Un hecho que pudo marcar diferencias es que, en esos tres lugares, los votos nulos fueron mayores que la diferencia entre el primer y segundo lugar. Es decir, si el candidato derrotado hubiera logrado convencer a esos electores -que decidieron no darle su apoyo a nadie- otra habría sido la historia.

 

Es muy probable que en ese tipo de votantes esté la clave de la victoria en 2021. 

 

Partidos, aspirantes; les conviene tomar eso en cuenta.