Si nos atenemos a los tiempos oficiales, es cierto, aún no estamos en el proceso electoral del que se desprenderán nuevos alcaldes, diputados y gobernadores.  

 

Pero todos los sabemos: lo oficial no siempre es lo real. 

 

La realidad indica, pues, que desde este momento ya se está trabajando con miras al 6 de junio de 2021, fecha en la que se llevará a cabo lo que el Instituto Nacional Electoral (INE) ha definido como el proceso electoral más grande de la historia.

 

De ello charlamos en esta ocasión.

 

 

Millones y millones de votos

 

Para quienes cumplimos con el derecho y el deber de emitir un voto, el proceso es relativamente sencillo: hacemos fila –lo cual puede ser más o menos tardado-, cruzamos algunas boletas, nos marcan el pulgar y se acabó.

 

Pero, para los candidatos, partidos y autoridades electorales todo es mucho, pero mucho más complejo.

 

Por ello es que no se vuelve sorpresivo decir que desde este momento ya se está trabajando para conseguir el mayor número de votantes posibles, echando mano tanto a la propaganda directa como indirecta. A efectos prácticos, todo está en resaltar las bondades del proyecto político propio y evidenciar los defectos de aquellos con quien se compite.

 

¿Vale la pena todo ese ejercicio? ¡Por supuesto que sí! 

 

En juego están 96 millones de votos en todo el país, mientras que en el Estado de México son, por lo menos, 5 millones 575 mil sufragios los que están en juego. 

 

Eso no es todo.

 

En México estarán en juego cargos de casi toda índole, los cuales suman, según la estadística del INE un total de 3 mil 528, entre alcaldías, diputaciones y gubernaturas. 

 

Números como estos son los que indican porqué el INE considera que la elección del próximo año será la más grande en volumen. Pero, ¿será también la más reñida?

 

Demos respuesta a ello.

 

Poder Mexiquense

 

Al Estado de México, tal como lo conocemos en la actualidad, lo modeló el Partido Revolucionario Institucional. Puede agradarnos o no –lo más probable es que a la mayoría no-, pero esa es la realidad con la que vivimos en este momento, lo cual es un referente para lo que ocurrirá dentro de un año.

 

Dentro de la larga lista de gobernadores que han regido este estado durante el pasado reciente, no existe uno solo que no haya militado en el PRI. Para mayores señales, 5 de ellos son atlacomulquenses, lo cual liga de manera casi inseparable en el imaginario colectivo a este municipio con el partido tricolor.

 

Por ello es que, una vez que llegue el 6 de junio de 2021, mucho de lo que es el futuro de la gubernatura se estará definiendo ese día. Y no porque haya que cambiar al gobernador en ese momento, ya eso ocurrirá hasta el 2023; sino porque con el posicionamiento de las fuerzas políticas será evidente la tendencia hacia esa elección.

 

Ahora bien, si tomamos en cuenta que hacia abril del 2020 el gobernador Alfredo del Mazo Maza tenía una aprobación de apenas el 25% de la ciudadanía, de acuerdo con lo establecido por la casa encuestadora Mitofsky, lo normal es que el proceso de desgaste será mayor de aquí a un año, eso para desgracia del PRI.

 

Pero no es el único político que afectará con su imagen a un partido.

 

Hoy el presidente López Obrador tampoco es un factor de triunfo, al menos en este momento, como sí lo fue en el 2018, cuando gracias a su empuje, triunfaron alcaldes, diputados locales y federales que, de otro modo, ni siquiera habrían obtenido un tercio de votos con los que ganaron.

 

A efectos prácticos, el declive en la aprobación que existe para AMLO es algo lógico, pero también alcanzará a candidatas y candidatos durante el 2021, cuando tengan que luchar por el respaldo popular sólo con su imagen, y ya sin el apoyo del presidente.

 

¿Qué tan importante fue la figura de AMLO en la elección del 2018? Los siguientes números son un reflejo de ello.

 

En este momento, el Movimiento de Regeneración Nacional gobierna en 56 municipios mexiquenses, muchos de ellos en la zona norte estatal que, históricamente, siempre había sido priista. Cosa curiosa, en segundo lugar, está el Partido Acción Nacional con 31 ayuntamientos a su cargo.

 

Hasta un lejano tercer sitio encontramos al PRI, que de ser todopoderoso en la entidad hoy se encuentra con sólo 21 alcaldías a su cargo. 

 

El resto de los municipios en el Estado de México están repartidos del siguiente modo, el Partido Encuentro Social (PES) cuenta con 5 ayuntamientos, el PRD sólo tiene 2 y está empatado con el Verde Ecologista, mientras que sólo un municipio mexiquense cuenta con un gobierno independiente. 

 

El peso de la balanza política se sigue inclinando en este momento a favor de Morena en cuanto a legisladores locales, ya que, en la Cámara de Diputados, de los 75 escaños totales 38 son para este partido, con una mayoría abrumadora.

 

Muy lejos están el PRI con 12 diputados, el Partido del Trabajo con 8, lo mismo que el PAN; Encuentro Social tiene 5 legisladores y, por último, PRD y Verde sólo cuentan con un par. 

 

Por supuesto, también es importante considerar que habrá de renovarse la Cámara de Diputados federal, lo cual agrega un nuevo aspecto en disputa para la elección del 2021.

 

Teniendo en cuenta todo este panorama, las preguntas son automáticas: ¿vivimos mejor con el PRI que con Morena? ¿Es al revés? ¿Los municipios que siguen con el mismo partido tienen mejores condiciones que aquellos que cambiaron de signo político? ¿Una Cámara de Diputados controlada por Morena ha dado mejores resultados en nuestra calidad de vida?

 

Piénselo bien y, a partir de ello, oriente su voto. Pero no se apresure, después de todo aun le resta un año para ello. 

 

¿Quién levanta la mano?

 

Conocidas como elecciones intermedias, aquellas donde no se vota por gobernador o presidente de la república suelen tener características muy específicas. No existen grandes nombres de talla nacional que influyan en el ánimo del elector, están marcadas por el desgaste de los gobiernos municipal, estatal y federal, y, como principal particularidad, quienes triunfan lo logran más por la labor propia dentro de sus partidos o grupos de apoyo social.

 

En síntesis, las candidaturas descansan más en el prestigio personal que en el poder de los partidos, aunque este segundo aspecto no es para nada despreciable en institutos como el Revolucionario Institucional y la poderosa estructura con la que aun cuenta.

 

Teniendo esto como antecedente, pasemos a un análisis muy breve sobre los posibles aspirantes y eventuales candidatos en Atlacomulco, acorde a las distintas versiones con las que cuenta este medio de comunicación.

 

Morena-PT intentará conservar el poder, por supuesto, pero eso no quiere decir que forzosamente vayan en unidad una vez más. De hecho, el distanciamiento entre miembros de uno y otro partido se hace evidente en cada oportunidad.

 

Al hacer esta división, el Partido del Trabajo tiene un candidato natural en el hoy alcalde Roberto Téllez Monroy, quien es muy posible que busque un segundo periodo de gobierno dentro de la presidencia municipal. Para conseguirlo tiene a su favor la escena pública y el uso del poder municipal, sin embargo, ambos factores, a casi dos años de gobierno, también se vuelven en su contra de no saber cómo hacer llegar su mensaje a la ciudadanía y por el desgaste en el ejercicio de la administración municipal.

Pero el PT también tiene otra opción dentro de sus filas, se encuentra en la familia que preside este partido y tiene un peso específico dentro de él. Adrián González o su hijo Isaac González Escobar cuentan con los elementos para pelear por la candidatura de este instituto, hecho por el que no sería una sorpresa que consiguieran al final la candidatura. Inclusive si por la equidad de género se requiriera una candidata mujer, está la Lic. Honoria Escobar Melchor, esposa y madre respectivamente de Adrián e Isaac. 

 

Morena Atlacomulco, por su parte, tiene un problema en este momento, aunque, para su fortuna, todavía cuenta con un año para resolverlo. No muestra un liderazgo indiscutible dentro del partido, sino dirigentes meramente regionales que podrían unificar criterios o definitivamente fracturar su elección interna.

Su mayor semillero de votos se encuentra en el Valle de San Juan, por lo que, de atenerse a ello, una opción podría ser la actual regidora Laura Félix González, quien es originaria de esa región y ha trabajado activamente con miras a ello, al igual que su hermano Mario. También, no se puede perder de vista a los hermanos Araceli y Nicolás Martínez Romero, ella ex regidora por el PRD en la administración 2000-2003 y él dos veces candidato por el mismo partido a la presidencia municipal. Nicolás sin duda cuenta con el bagaje para ser tomado en cuenta. 

 

Por Morena también ha mostrado interés Fernando Correa González, quien se apoya en dos aspectos: su tiempo como militante del PRD con transición a Morena, y la fidelidad que ha mostrado al proyecto de AMLO, aunque ambas cosas puede que no le resulten suficientes, si tenemos en cuenta que la consecución de una candidatura en este partido se basa más en liderazgos y consensos locales.

 

 

El PRI tiene una historia aparte. Hegemónico por décadas, hoy busca reinventarse en el lugar que es su emblema. Para ello, se tiene pensado establecer en Atlacomulco, como en el resto de los municipios mexiquenses, mesas de diálogo de donde saldrían candidaturas de unidad.

Se supone –y se recalca el “se supone”- que en dichas mesas pesará más el trabajo de los militantes priistas que el padrinazgo o compadrazgo que se tenga con las figuras estatales o nacionales, hecho que, en el pasado, dio como resultado candidaturas bastante controversiales.

 

Ahora bien, el partido tricolor es el que cuenta con más opciones en este momento, ya que sus cartas le permiten elegir entre más de 4 personas. De ellas podemos mencionar a Patricia Garduño Monroy, que ya en el pasado ocupó una regiduría, fue presidenta del Comité Municipal y cuenta con un importante respaldo dentro de la militancia partidista.

 

 

Por supuesto, otro de los nombres que se barajan es el de la diputada Marcela Velasco González, quien cuenta con un currículo impresionante dentro del servicio público a nivel estatal y federal tiene, además, el apoyo del ala más antigua del priismo mexiquense. 

 

 

Cecilio Nicolás Mateo es otro priista que desde hace tiempo ha buscado la oportunidad de representar a este partido dentro de las elecciones municipales. Incluso, durante el proceso del 2018, él y Joel Huitrón Colín fueron los finalistas, quedando al último rezagado; hecho que, a la distancia, le benefició por no cargar con la derrota histórica.

 

Eblem Israde Rojas, por su parte, también debe ser tomado en cuenta por la cercanía que tiene con el expresidente y exdiputado Fidel Almanza Monroy. Si bien la percepción social no está del todo con Almanza, es innegable que aún cuenta con apoyos dentro del priismo que le permitirían posicionar a Israde.    

 

El Verde Ecologista también tiene posibilidades dentro de la próxima elección, aunque, si de verdad quiere alcanzar el objetivo de la alcaldía, aún tiene mucho por desarrollar.

 

 

Para subsanar ese problema es que cuentan con Juan Antonio Guzmán Sánchez, quien ya fue alcalde de Atlacomulco y desempeñó distintos cargos partidistas y gubernamentales cuando formaba parte del PRI. Si bien Guzmán Sánchez gusta de mostrar un bajo perfil, tiene los conocimientos para construir una estructura de partido y candidatura en verdad competitiva.

 

 

Ahora bien, otra persona con conocimiento de esta área y de pasado también tricolor es Héctor Suárez Quintana, ex presidente del Comité Municipal del PRI y, durante mucho tiempo, aspirante a la candidatura de ese partido. Si bien nunca le fue confiada esa responsabilidad o pasó a las rondas finales de selección, tiene la posibilidad de obtener este cargo dentro del Verde Ecologista.

 

 

De igual modo, el Verde cuenta con la oportunidad de elegir como su representante a Roberta Jacqueline Ruiz Gutiérrez, una más de las expriistas que optaron por apoyar a este partido. En su experiencia cuenta con haber dirigido organismos femeniles del tricolor y ocupar el cargo de síndico municipal durante la administración del Mtro. Arturo Vélez Escamilla. 

 

Acción Nacional enfrenta una escasez de apoyo histórica en Atlacomulco, de tal modo que sus posibilidades de lucha se reducen significativamente. De entre las personas que resaltan para ocupar una virtual candidatura está el noveno regidor, David Alejandro Castro García, quien puede mostrar el trabajo interno como respaldo a sus posibles aspiraciones.

 

El PAN también cuenta con otras dos opciones a la búsqueda de su representante, se puede decantar por la candidatura de un o una ciudadana independiente, o, por mero lógica, entregar esta responsabilidad a quien en ese momento esté dirigiendo el Comité Municipal.

 

En el caso de Nueva Alianza, el único nombre que resalta en este momento es el de Jovan de Jesús Balcazar, quien ha pasado por el PRI para saltar a Morena donde tuvo un activismo político que le permitió ocupar la oficina de Catastro durante la actual administración municipal. Ahora, con el PANAL, y a falta de aspirantes, probablemente se le dé la opción de representarlo en la próxima elección.

 

Desafortunadamente, en el Partido de la Revolución Democrática, en este momento, no se observan aspirantes que pudieran generar una mayor atención de los electores, de manera que tiene por delante mucho trabajo por realizar. 

 

Entre los partidos de nuevo cuño, Alternativa es uno de los que más ruido ha hecho en Atlacomulco, por la figura de Isidro Pastor. Entre sus opciones cuenta con Jorge Gómez Hernández ex Juez Conciliador y Calificador en la administración de Rogelio Caballero y Adolfo Núñez Pastor, ambos con nexos en el mundo de la abogacía y expectativas políticas desde hace mucho tiempo.

Finalmente, en el terreno independiente se podría concretar una candidatura a través del Mtro. Gabriel Cruz Malpica, quien hizo patente su renuncia al priismo luego de más de 30 años de militancia. Es obvio que la inquietud política personal de Cruz Malpica sigue intacta, por lo que sólo el tiempo dirá si logra consolidar su proyecto. 

 

Pensemos ahora en el asunto de las coaliciones. Sobre ello, al menos por el momento, no hay nada escrito, pero, si nos atenemos a lo que ocurre en este momento, se tiene pensado conformar 2 grandes bloques, los pro AMLO y los anti AMLO.

 

¿Quiénes van en el primero? Partido del Trabajo, Morena y, a últimas fechas, el Verde Ecologista, el cual es experto en acomodarse cerca del poder con una habilidad pocas veces vista. Quienes pretenden contrarrestar el poder presidencial son el PRI, PAN, Movimiento Ciudadano, así como lo que queda de Nueva Alianza y PRD.

 

¿En Atlacomulco veríamos este mismo fenómeno? En realidad, sería sumamente complejo, teniendo en cuenta que las particularidades municipales son muy distintas, aunque la posibilidad de una coalición PT-Morena o PAN-PRD es mucho más fácil.

 

Pero, si llegara a concretarse; el observar a sólo 2 candidatos representando a ambos bloques buscando la presidencia municipal, sin duda sería algo histórico.

 

A modo de conclusión

 

Conocemos la frase; “ni son todos los que están, ni están todos los que son”, y en este análisis podemos aplicarla sin ningún problema.

 

Con este trabajo no pretendemos dar un escenario formal, concluido y sin posibilidad de cambios. De hecho, lo normal es que nuevos personajes se vayan sumando y otros se desmarquen de lo aquí expresado. 

 

Por el bien de la democracia y del periodismo eso es lo más sano, de modo que, más que afirmar aquello que podría considerarse como “nuestra verdad”, simplemente se deja en claro que este análisis se redacta bajo un contexto temporal y cambiante.

 

Será hasta noviembre cuando el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) dé a conocer las reglas del juego y los tiempos del mismo.

 

Hasta que eso ocurra, sigamos con la especulación como una forma de acercarnos a la realidad.